Esto podría ayudar a cumplir las nuevas regulaciones federales de seguridad en los Estados Unidos, los requisitos que entrarán en rigor desde 27 de octubre exige que todos los nuevos aviones que salen de las líneas de montaje cumplan con las nuevas normas de la FAA. Dichas normas dicen que los asientos deben soportar 16 veces la fuerza de la gravedad sin deformarse o desprenderse. Eso es mucho más corpulento que la fuerza de 9 veces la fuerza de gravedad, que era el requisito desde 1952. Más importante aún, los pasajeros deben ser protegidos contra esta fuerza de 16G.
Un gran porcentaje de los accidentes aéreos se producen durante el despegue y el aterrizaje, cuando las velocidades son relativamente bajas y el avión generalmente se encuentra con el suelo en un ángulo oblicuo. Por lo que la mayoría de accidentes son acontecimientos en los que hay muchas chances de sobrevivir.
Uno de los problemas es que en algunas zonas de asientos de los pasajeros están expuestos a las superficies que no absorben la energía de un impacto. En el caso de un accidente, la mayoría de los pasajeros están protegidos por el respaldo del asiento delante de ellos, que está diseñado para absorber gran parte de la energía. Pero no hay nada para absorber la energía en en las mamparas o tras la salida de la fila de asientos. Las líneas aéreas podrían quitar los asientos para cumplir el nuevo requisito, pero eso significaría una pérdida de ingresos. Muchos están optando por el cinturón de seguridad+airbag para cumplir los requisitos del estándar 16-G.
El reto para los ingenieros fue cómo montar bolsas de aire en el avión en sí, no se puede montar como lo haces en un coche, en el que está instalado en el salpicadero. La solución más simple es poner el airbag en el cinturón de seguridad, por lo que el airbag se infla lejos de los ocupantes y no puede inducir una lesión.
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