Esta silla de ruedas construida por la Universidad de Zaragoza en España, utiliza un gorro EEG en la cabeza, utilizando un protocolo P300 de neurofisiológica y navegación automatizada.
El usuario puede ver una visualización en tiempo real de su entorno en la pantalla delante de él y, a continuación, se centra en el espacio que quiere navegar. El EEG detecta la ubicación, que es transmitida a continuación al sistema de navegación autónomo, que a su vez impulsa la silla a la ubicación deseada, evitando los posibles obstáculos que podrían estar en el camino.
Una vez que la ubicación a ha elegido el destino, el usuario puede sentarse y relajarse mientras que el dispositivo hace todo el trabajo, haciendo que la utilización del sistema no sea mentalmente agotador, comparado a algunos anteriores que demandaban la constante concentración en el objetivo.
Aunque no hay información acerca de la disponibilidad comercial de la silla de ruedas, se ha probado con éxito en cinco diferentes participantes en un estudio.
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